tres letras más de la cuenta

No he venido para quedarme, ni si quiera para decirte cómo luces esta mañana. Sentí que me pensabas y vine corriendo y ahora que te veo se me olvidó el motivo. Y así me pasa cada noche; cuando me encierro y mis párpados no me dejan salir. Así me pasa cada noche, cuando creo que te toco y solo es un reflejo. 
Se me olvidó pensarte esta mañana y ahora me torturas por la noche, cuando no me puedo mover, cuando mi cuerpo, inmóvil, no se puede defender.
¿Qué más darán los años si nadie sabría medirlo en momentos? Hoy ando calado en la que dicen ser la peor parte y aunque tengo el alma empapada, peor fue el perderse en la nada. Yo, que tantas veces me perdí en tus ojos y huí por tu boca. Yo, que tantas veces me empapé de tu sudor. Y tú, que rápido hiciste tuya mi rutina. 
No concebía una manera de mirarte sin que no llorasen mis ojos, o una forma de tocarte sin que no erizase mi piel. No supe quererte de otro modo, no supe quererte sin locura.  Y a ti se te hacía tan fácil... Me di cuenta de que la vida era demasiado bonita como para que dejaras las cosas a medias y de tanto insistir, finalmente conseguí alargarlo. 

Tres letras. 

(Des)Amor.



Y es que (a veces) las cosas breves son más bonitas.

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