Para quien lo quiera entender:









Fue el filo del cuchillo. Era tan tentador… Me gustaba demasiado. Y ahora la sangre está seca dándole un toque de color a la ebúrnea encimera. Y no puedo dejar de mirarla, es hipnótica. Así que creo que la dejaré de recuerdo, y procuraré no borrarla cuando decida limpiar. Y cuando mi cama me aburra, me levantaré todavía envuelta en la sábana, la miraré fijamente y volveré a torturarme.

Pero cualquiera que me visite podría verlo, cualquiera con buena vista y una pizca de inteligencia. Así que tal vez deba frotar y dejar que se vaya. O, tal vez sea más divertido así.





No hay comentarios:

Publicar un comentario