OCéano

A veces pasa. Que abres los ojos y no ves nada. Que se te inundan de un agua salada. Y tu océano se convierte en mi casa. Entonces te miro. Cómo subes y bajas. Cómo bailas bajo la luna. Cómo rompes - tan efervescente - después de rozar la cima. Tan pura, tan blanca. Me acaricia tu frescura, me atrapa tu corriente y dejo que me lleves. Mar adentro. Sabiendo que probablemente nunca regrese, que mi piel se arrugará contigo.
A veces pasa. Que los brazos se me quedan cortos, la boca seca y el corazón muy pequeño. 

Pasa. Que no me cabes. Que mi cuerpo y mi vida se me quedan cortos para poder abarcarte.

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